Anda que no nos dan juego los chinos. La cadena estatal china CCTV ha relatado que un ciudadano chino ha permanecido casi veinte años viviendo bajo una alcantarilla para poder pagar la educación de sus hijos. Así, viviendo bajo tierra, Wang, de 53 años, ha intentado salir adelante en Pekín, lavando coches, después de que las multas sufridas por violar la política del hijo único le dejaran al borde de la ruina.
Wang tuvo que emigrar desde el campo y ha vivido veinte años entre tuberías, con un saco de dormir, mantas y un termo de agua como único mobiliario. Las autoridades locales le han buscado ya un alojamiento temporal y han advertido a la población que vivir en las alcantarillas puede resultar muy peligroso, conscientes de que hay más casos a lo largo del país como el de Wang.
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Lo que se llega a hacer por los hijos