Noticiascuriosas.com/Madrid.- La escultura gigantesca de una vulva en un museo al aire libre ha desatado la polémica en Brasil. La artista, Juliana Notari, asegura que su obra alza la voz contra el “abuso secular” sufrido por las mujeres. Y lo hace además “en este período en el que han retrocedido algunos valores de la cultura y la educación atacados por la extrema derecha”. La escultora se refiera en a los dos años del mandato de Bolsonaro.
Para la escultora la obra “es más que una vulva herida. Si fuese para hacer algo más literal de una vagina la hubiese hecho con labios y clítoris. Pero en este caso quería interactuar con heridas coloniales de opresión. Que fueron insertadas en nuestra civilización y en la mujer”.
“Era la apropiación del cuerpo por el feudalismo, el capitalismo, y la forma violenta como eso se dio. Con una ‘cacería de brujas’ a mujeres que tenían dominio y conocimiento, que eran parteras y curanderas usando hierbas y eran poderosas, pero muchas terminaron en la hoguera y eso desencadenó el actual feminicidio”, asegura.
La escultura, hecha de resina, de 33 metros de largo y once de ancho fue producida a partir de una excavación de seis metros de profundidad en la tierra. En una pequeña montaña del ecosistema Mata Sul, próximo al límite entre los estados de Pernambuco y Alagoas, en el noreste de Brasil, y dentro del parque-museo Usina das Artes.
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