Un niño de 12 años contrata por error una cuenta de Adwords y Google le exige 100.000 euros

Noticiascuriosas.com/Madrid.- Un menor de 12 años alicantino un día le dice a su madre: “Mamá, quiero ser youtuber”. El adolescente, que vive en Torrevieja y estudia 1º de ESO, se pone manos a la obra y el pasado mes de agosto, ayudado por un amigo de 15 años, intenta darse de alta en Youtube y promocionar contenidos pero en realidad estaba abriendo una cuenta de Adwords, cuya función es cobrar por promocionar contenidos en la web.

Dos semanas después, el banco alerta a los padres de  que les estaban llegando cargos desde Google Irlanda por un  total de 100.000 euros.

Emulando a famosos youtubers como los alicantinos Stratus, Ladyboss, Flowstreet o Rubenillo que reciben millones de visitas con sus partidas de videojuegos, esperaban ganar millones de euros, de hecho,  en el encabezamiento de su página habían colgado un vídeo de  cómo iban a gastar todo el dinero que ganarían  por sus vídeos en internet.

Nadie se explica cómo Google al ver los simples contenidos de la web alojada  en un proveedor gratuito  no se dio  cuenta del error y continuara cargando más y más euros.

Para darse de alta de Google AdWords, sólo se necesitaba una web y un correo electrónico. La familia denuncia el escaso control de la multinacional de quién contrata y sobre todo si son menores de edad.
Los niños creían que iban a recibir millones de entradas y su objetivo era cobrar por la publicidad que los visitantes  irían insertando en su página web dedicada a la música.

Pero la cuenta no era para recibir los beneficios de la publicidad, muy al contrario, era para pagar por servicios de posicionamiento de contenidos y su promoción en la web.

La familia, con pocos recursos, se puso en contacto con un informático de Torrevieja, , Francisco Pacheco, que les puso al corriente de las gravísimas consecuencias que derivarían de esta travesura y que podrían enfrentarse a una de las empresas más importantes del mundo.

Tanto Francisco Pacheco como el abogado  Fernando Fraile se han ofrecido a la familia de forma gratuita.

Dos niños que soñaban ser famosos youtubers, una multinacional que sin control de sus clientes factura miles de euros  a una humilde familia alicantina, pone en entredicho el modus operandi de un gigante de internet que no sólo no paga impuestos sino que se mueve en un “todo vale” que puede llevar a un adolescente  y a su familia a la ruina  a responsabilidades muy graves.

Mamá quiero ser Youtuber

Cristina Bonaga, en su libro “Mamá quiero ser Youtuber” explica a los padres de estos niños que ya no desean ser futbolistas sino millennials, cómo se puede llegar a ser alguien en youtube.

Además ha surgido una nueva generación de niños a partir de 8 años, llamados los niños rata, llamados así porque rompen los tímpanos con sus agudos grititos  a sus compañeros en las partidas de multijugador on line , por cierto no aptos para su edad .Y emulan o se hacen pasar por famosos youtubers.
Pero nos preguntamos, ¿dónde están esos padres? Internet no es “lluvia de estrellas”.