Noticiascuriosas.com/Madrid. Hace unos días os contábamos que HitchBOT, el primer robot que viaja haciendo autostop se había embarcado en una nueva aventura: cruzar a dedo EEUU. Tras haber recorrido de esta forma Canadá, Holanda y Alemania, un vándalo ha puesto fin a su viaje este fin de semana destruyéndolo en Filadelfia.
La cámara que llevaba este experimento social en forma de robot mostró la secuencia del ‘crimen’. El sábado pasado mientras esperaba en una calle de Filadelfia que algún coche decidiera llevarle, un individuo con una camiseta del equipo de fútbol profesional Philadelphia Eagles se acercó y la emprendió a patadas llevándose algunos de sus componentes.
Pese a haber recorrido medio mundo, este robot no tenía autonomía y depende totalmente de los conductores y extraños que se encuentra en su aventura para moverse de un lugar a otro. Su cuerpo era una tina con extremidades flexibles de hule espuma cubiertas con guantes de jardinería. Sus creadores, los investigadores canadienses David Harris Smith y Frauke Zeller, explican que eligieron este sencillo diseño para disuadir a posibles ladrones y para despertar las simpatías de las personas que quieran ayudarle para cruzar EEUU, algo que no ha funcionado en Filadelfia.
Sólo había dos reglas para interactuar con hitchBOT: cargar su batería antes de que se agote y no dejarlo a un lado de carreteras muy transitadas.
Como buen turista, este robot llevaba su propia cámara para tomar fotos cada 20 minutos y así guardar buenos recuerdos de su viaje. Además era capaz de mantener conversaciones triviales con aquellos que quieran llevarle en su vehículo y tiene incorporado un GPS que rastrea su ubicación.
Tras su destrucción, este robot escribió un emotivo mensaje en su cuenta de Twitter a sus más de 30.000 seguidores: “Vaya, mi cuerpo ha sido dañado pero sigo viviendo con todos mis amigos. ¡A veces a los robots buenos les pasan cosas malas!”.
Sus creadores han anunciado que es posible que este sonriente robot sea ‘resucitado’. Paradójicamente, cuando HitchBOT nació, Zeller explicó que “normalmente, estamos preocupados de si podemos confiar en los robots. Este proyecto lo que pregunta es si los robots pueden confiar en los seres humanos”.
