Noticiascuriosas.com/Madrid. El día a día de Kerrie Armitage, una mujer británica, no es nada fácil. Sufre urticaria acuagénica, una alergia que le produce ronchas y picazón por el mero contacto no sólo con el agua sino también con otros fluidos como sudor, saliva o lágrimas, entre otros. Cosas tan normales como llorar, lavar a sus hijos o recibir un beso de su marido se convierte en un verdadero suplicio para esta mujer.
Kerrie descubrió en 2013, cuando tenía 28 años, de que sufría esta extraña alergia cuando fue sorprendida por una tormenta le salió una erupción en el brazo. Fue entonces cuando los médicos le diagnosticaron esta alergia que a partir de entonces ha condicionado su vida hasta límites insospechados.
Por ejemplo recibir un beso por parte de su marido puede provocarle ronchas por todo el cuerpo además de picazón y ardor. “Si los labios de mi pareja están húmedos, su saliva me hace reacción. Tiene que asegurarse de tenerlos secos en el caso de que quiera darme un besa”, explica la propia Kerrie a la versión digital del diario Mirror. “Si me da un beso, por ejemplo, en un día de calor, es posible que me aparezca una erupción, pero si el ambiente es fresco puede ser que no pase nada”, añade.
Además, en ocasiones tiene que elegir entre bañar a sus hijos o lavar la ropa. “No puedo soportar el dolor en las manos si llevo a cabo ambas acciones”, lamenta Kerrie, quien tampoco puede abrazar a sus hijos como ella desearía ya que el sudor del propio calor corporal también le provoca esta reacción.
Esta británica confiesa que incluso ha tenido que entrenarse para no llorar, ya que es alérgica incluso a sus propias lágrimas.
Kerrie sabe que tendrá que convivir con su alergia toda su vida, ya que no existe ninguna cura para la urticaria acuagénica. Únicamente puede aliviar algunos de sus síntomas gracias a los antihistamínicos.
