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Los niños rescatados de Tailandia no salieron de la cueva buceando

Víctor L. Abajo/Madrid.- En junio de 2018, el mundo se sobrecogió después de que doce niños tailandeses de un equipo de fútbol y su entrenador quedaran atrapados en una cueva. En teoría, fueron protagonistas de un rescate épico en el que aprendieron a bucear en un cursillo acelerado y con la compañía de buzos que les habían aleccionado fueron nadando hasta la superficie. Sólo hubo que lamentar el fallecimiento de uno de los rescatadores y la operación fue un éxito. Pero un libro publicado ahora nos hace ver que la versión oficial sobre los niños rescatados de Tailandia fue mentira.

Realmente un experto rescatador fue sacándolos uno a uno con los niños completamente sedados durante las tres horas del recorrido por el agua. Se ocultó la verdad por la posible negativa de los padres y la posible reacción en contra de la opinión pública.

La mentira a la opinión pública

Ha sido el libro ‘The Cave’, escrito por el británico Liam Cochrane, el que ha desvelado todo. Algunos expertos ya cuestionaban abiertamente la posibilidad de que los niños pudieran salir con vida buceando de la cueva. “Que salgan buceando sería como poner a alguien sin carné a conducir un Ferrari”, afirmaba el 6 de julio en las páginas de El País Ignacio Llanos, profesor de la Escuela de Buceo de la Armada Española.

Lo mismo pensó uno de los expertos, el Dr. Richard Harris, un médico anestesiólogo que reconoce que pensó “que había cero posibilidades de éxito” de que salieran buceando por sí solos. Ese hecho unido a la obligación de actuar con urgencia porque si el rescate se demoraba todos morirían llevó a los expertos a decidir que la mejor solución era sedarlos y que los buzos profesionales los sacaran.

Con todo el planeta mirando a la inundada cueva de Tham Luang Nang Non, se decidió mentir a la opinión pública y a las familias. Según la versión oficial, los niños irían buceando conectados por un cable de oxígeno con dos buzos que les acompañarían a lo largo de todo el recorrido.

Los niños, sedados y con las manos atadas

Nada más lejos de la realidad. Cuando el 8 de julio comenzó el rescate, ya se habían realizado en una piscina cubierta las pruebas pertinentes con varios niños con una complexión física parecida a los que estaban atrapados en la cueva.

Harris, que incluso había pedido inmunidad diplomática por si algo salía mal, detalla que los niños fueron sedados con tres drogas: xanax, para evitar que tuvieran miedo, ketamina, para dormirlos y atropina, para reducir la saliva en su boca y evitar así que pudieran ahogarse.

Además, les ataron las manos para que si se despertaban no intentaran arrancarse la mascarilla poniendo en riesgo su vida y la del rescatador.

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3 comentarios

  1. Es obvio que ocultarlo fue la decisión mas inteligente. La que se hubiera liado si hacen pública la verdad antes de acometer el plan hubiera sido tela marinera.

  2. En esos momentos complicados había que tomar una decisión y creo que fue correcta, lo importante era sacarlos de allí vivos fuera como fuera

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